14 de noviembre de 2024
Cómo equilibrar el azúcar en la sangre
Cómo equilibrar el azúcar en la sangre de forma natural

Cómo equilibrar el azúcar en la sangre de forma natural

Los problemas de tiroides pueden contribuir a muchas anomalías metabólicas, así como generar múltiples síntomas difíciles de manejar sin un enfoque integral a la causa raíz. La hormona tiroidea está directamente implicada en el control de la secreción de insulina y la homeostasis de la glucosa. El hipotiroidismo y tiroiditis de Hashimoto se asocian con frecuencia a una disminución de la sensibilidad a la insulina y de la tolerancia a la glucosa.

Los estudios indican que el azúcar en la sangre puede verse afectado en el hipotiroidismo y sus niveles pueden aumentar. Otros sugieren que un nivel bajo de azúcar en la sangre también se presenta con frecuencia en hipotiroidismo, y suele pasar desapercibido hasta que cause un problema serio.

La Asociación Americana de diabetes designa un nivel de glucosa en plasma en ayunas de 100 – 125 como resistencia a la insulina o prediabetes, mientras que cualquier valor por encima de 126 es considerado diabetes. El rango normal de laboratorio para los niveles de glucosa en sangre en ayunas suele ser de 70 – 99 mg/dL.

Sin embargo, en la medicina funcional el rango óptimo para la glucosa es entre 75 – 90 mg/dL.

También puedes medir tu nivel de azúcar en la sangre con el uso de un glucómetro. Es muy importante identificar el desequilibrio de azúcar a tiempo, antes de que progrese a la resistencia a la insulina y la diabetes.

Qué es hiperglicemia y cuáles son sus síntomas

Hiperglicemia ocurre cuando los niveles de glucosa en la sangre están demasiado altos. Esto sucede cuando el cuerpo no produce suficiente insulina. Si no hay suficiente insulina, la glucosa no puede entrar a las células y permanece en el torrente sanguíneo.

Si tu nivel de azúcar en la sangre es superior a 90, puede ser un aviso temprano importante. Es necesario moderar el consumo de carbohidratos para no sentir sueño después de las comidas, y evitar comer en exceso. También es importante hacer ejercicio con regularidad para ayudar a las células a ser más sensibles a la insulina. En hipotiroidismo y tiroiditis de Hashimoto, controlar la resistencia a la insulina es fundamental.

Los síntomas de niveles elevados de azúcar en la sangre incluyen

  • Fatiga general que aumenta después de las comidas
  • Antojos constantes de alimentos dulces
  • Circunferencia de la cintura igual o mayor a la cadera
  • Latidos de corazón irregulares
  • Orinar con frecuencia
  • Aumento del apetito y la sed
  • Dificultad para perder peso

Qué es hipoglicemia y cuáles son sus síntomas

Por otro lado, cuando los niveles de glucosa en la sangre están demasiado bajos, se conoce como hipoglicemia. Cuando el cuerpo envía demasiada insulina a la sangre, entra mucha glucosa a las células y queda muy poca en el torrente sanguíneo.

La hipoglicemia es básicamente un desajuste entre la insulina y los niveles de glicemia. El aumento inadecuado de los niveles de insulina provoca un descenso de los niveles de glucosa en sangre, que a su vez estimula una serie de mecanismos fisiológicos de protección. Estos incluyen la liberación de glucagón, adrenalina, cortisol y hormona del crecimiento, entre otros (Estudio: The hypoglycemic side of hypothyroidism)

Los niveles bajos de azúcar en sangre suelen aparecer en personas que saltan las comidas, o tienden a consumir insuficientes calorías por un tiempo prolongado. Aunque el ayuno intermitente puede ser apropiado para alguien con un nivel alto o normal de azúcar, definitivamente puede empeorar drásticamente la salud de la persona con un nivel bajo de azúcar en la sangre.

Los síntomas de niveles bajos de azúcar en la sangre incluyen

  • Deseo de alimentos dulces
  • Irritabilidad y aturdimiento si se saltan las comidas
  • Dependencia de la cafeína
  • Necesidad de comer para aliviar la fatiga
  • Sensación de nerviosismo o agitación
  • Visión borrosa
  • Niebla mental
  • Problemas de memoria y concentración
  • Extremidades frías

Si tu nivel de azúcar en la sangre es inferior a 80, es importante que comas cada tres horas para mantenerlo estable. No es necesario que comas una comida completa, bastará con un pequeño bocado de proteína o grasa saludable y sin azúcar entre las comidas y antes de acostarse. Esto ayudará a mantener el equilibrio de azúcar y disminuir los síntomas de hipotiroidismo o tiroiditis Hashimoto.

Relación entre niveles de azúcar en la sangre, el estrés y la tiroides

Mantener el equilibrio de glucosa es muy importante para proteger las glándulas suprarrenales y mejorar los síntomas de hipotiroidismo.

Cuando los niveles de azúcar en la sangre fluctúan constantemente entre subidas y bajadas, el cuerpo lo percibe como un estrés crónico. Ante esta situación, las glándulas suprarrenales liberan un exceso de las hormonas del estrés. Esto, a su vez, puede conducir a un aumento de la producción de proteínas inflamatorias que se asocian con una respuesta inmune elevada. Este patrón acaba provocando una liberación alterada de cortisol, que puede dar lugar a numerosos síntomas como fatiga crónica, aumento de peso, cambios de humor y aumento de los anticuerpos tiroideos, entre otros.

La mayoría de personas con hipotiroidismo o tiroiditis Hashimoto pueden equilibrar su nivel de glucosa en la sangre con simples cambios en la dieta y el estilo de vida.

Desequilibrio de azúcar y alimentación

La forma más eficaz de equilibrar los niveles de azúcar en la sangre es centrarse en el impacto de los alimentos en la misma, y la mejor forma de hacerlo es prestando mucha atención a su índice glicémico.

El índice glicémico es una medida de la rapidez con la que los alimentos se asimilan en nuestro cuerpo. Centrarse en los alimentos de bajo índice glicémico (IG) y de baja carga glicémica (CG), que se queman más lentamente, ayudará a equilibrar los niveles de azúcar en sangre.

El bajo nivel de azúcar en sangre también se debe a la ingesta de alimentos demasiado azucarados o ricos en almidón. Esto hace que el azúcar en la sangre se dispare casi de inmediato y luego se desplome. Por eso se debe evitar los carbohidratos simples como el azúcar y las harinas blancas. Puedes incluir los carbohidratos complejos que se encuentran en los alimentos ricos en fibra. Estos se digieren más lentamente y no provocan un aumento de la glucosa.

Los alimentos con un índice glucémico inferior a 55 se consideran de bajo índice glucémico. Entre ellos se encuentran la mayoría de las verduras sin almidón, las carnes, los frutos secos, las semillas y algunos cereales integrales. Las frutas con menos fructosa (frutas «ácidas» como la fresa, el pomelo, los limones, las limas y los arándanos) también tienen un índice glucémico bajo.

1. Equilibrar el azúcar en la sangre con la alimentación

Hay algunas importantes reglas de alimentación que debes tener en cuenta:

  • No saltar el desayuno. Para mantener un equilibrio de azúcar en la sangre, es importante desayunar dentro de la primera hora después de despertarse (al menos 30 minutos después de tomar los medicamentos para la tiroides, si los tomas por la mañana).
  • Evitar los zumos de frutas, ya que, al no poseer fibra, los zumos están cargados de azúcar de rápida absorción.
  • Incluir grasas saludables y proteínas en todas las comidas: las buenas fuentes son los huevos, el avocado, los frutos secos, las semillas, el pescado y la carne. Algunas proteínas en polvo pueden ser incluidas también.
  • Es importante comer cada 2-3 horas. Pequeños snacks de proteína o grasas saludables entre las comidas y antes de acostarse pueden ayudar a estabilizar los niveles de azúcar en sangre.
  • Evitar los alimentos de alto índice glicémico sobre todo por la noche, para evitar fluctuaciones de azúcar en la sangre que pueden elevar las hormonas del estrés e impedir el sueño.
  • Limitar el consumo de cafeína, ya que la cafeína estimula las glándulas suprarrenales para que liberen las hormonas del estrés. Esto puede elevar el azúcar en la sangre, lo que a su vez creará el ciclo de desequilibrio.
  • Limitar los granos y evitar el gluten, los lácteos, la soja, el maíz y la levadura, ya que estos alimentos son generalmente altos en carbohidratos. Además, estos alimentos representan sensibilidades alimentarias para muchas personas con tiroiditis Hashimoto.
  • Siempre combinar carbohidratos con las grasas y/o las proteínas, siendo estos últimos alimentos en mayor cantidad. La proporción más recomendable es 2:1.
  • La canela, magnesio, tiamina, mio-inositol, probióticos, L-glutamina, carnitina o picolinato de cromo pueden ayudar significativamente al balance de azúcar. Consulta con tu proveedor de salud sobre estas opciones y de qué maneras puedes incluirlos en tu consumo.

2. Hacer ejercicio

Se ha demostrado que el ejercicio regular ayuda a incrementar la sensibilidad de las células a la insulina, ayudando a evitar la resistencia a la insulina y a reducir los síntomas de hipotiroidismo. La glucosa es la principal fuente de combustible para los músculos. Cuando se realiza un ejercicio moderado, los músculos extraen más glucosa de la sangre. Las células se vuelven más sensibles a la insulina al aumentar los receptores, lo que permite la entrada de glucosa en las células en lugar de quedarse en la sangre.

El tipo de ejercicio dependerá de tu estado físico y nutricional. Aquí puedes ver algunas recomendaciones de ejercicios en hipotiroidismo. Recuerda evitar el ejercicio extenuante, ya que el estrés físico estimula la producción de cortisol, lo que, a su vez, eleva los niveles de azúcar en sangre. Caminar, nadar y el yoga de hecho son opciones seguras sin añadir más estrés al cuerpo.

3. Hidratación adecuada

Beber suficiente agua puede ayudar a mantener equilibrados los niveles de azúcar en sangre, ya que ayuda a los riñones a eliminar el exceso de azúcar en sangre a través de la orina

4. Dormir 7-9 horas

Las investigaciones demuestran que el sueño desempeña un papel muy importante en la capacidad del cuerpo para mantener nuestro metabolismo y niveles de insulina equilibrados. Si a pesar de una dieta saludable y un régimen adecuado de ejercicio, no logras equilibrar tus niveles de glucosa, la falta de sueño profundo y prolongado podría ser la culpable.

Para que los niveles de azúcar en sangre sean óptimos, es importante tener entre 7 – 9 horas de sueño reparador nocturno. Si tienes problemas para conciliar el sueño o para mantenerse dormido, es preciso que prestes atención a este problema. La falta de sueño afecta a las hormonas metabólicas, incluida la hormona del crecimiento, y eleva los niveles de cortisol. Estos desequilibrios hormonales pueden alterar los niveles de insulina, a la vez que aumentan el apetito y los antojos de alimentos cargados de carbohidratos de rápida absorción que aumentarán aún más las fluctuaciones de azúcar en la sangre.

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